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Cuando llueve es más fácil que el agua pueda llegar a convertirse en uno de los peores enemigos a la hora de subir a un vehículo o caminar por las calles, ya que además de disminuir la visibilidad de conductores y peatones, reduce la adherencia de los vehículos al pavimento.
Uno de los principales factores que influyen en la ocurrencia de accidentes de tránsito, se produce cuando el neumático no es capaz de disipar la cantidad de agua depositada sobre la superficie.
El agua forma una especie de almohada bajo el neumático, que evita que éste entre en contacto con el pavimento, produciendo un deslizamiento incontrolado del vehículo. Frente a esta situación la mejor solución es mantener firme la dirección, evitar frenazos y aceleradas bruscas, mantener una velocidad permanente para evitar transferencias de masas que puedan provocar dichos desplazamientos, además de preocuparse por el buen estado de los neumáticos.
Manejar con Neblina
Existen varios tipos de neblina: la ligera y densa; la espesa e impenetrable. Es necesario tener presente el factor básico encender las luces, no importa el tipo de neblina, no para ver, sino para que nos vean.
Así entonces frente a la conducción con neblina éstas deben ser las principales reglas: REDUCIR LA VELOCIDAD, ENCENDER LOS FAROS ANTINIEBLA Y EXTREMAR LAS PRECAUCIONES.
La neblina presenta un fenómeno llamado reflectividad de la neblina, o sea el rechazo de la luz de su vehículo por la neblina, se debe a que ésta se encuentra formada por una cantidad de pequeñísimas gotas que son las que rechazan la luz, la cual regresa directamente hacia los ojos del conductor, dando la misma sensación que un espejo.
En estos casos la luz baja es más eficaz que la luz alta. La ventaja de la luz amarilla o focos anti-neblina es que los focos o faros están situados debajo de los focos corrientes, lo que les permite penetrar la neblina con más facilidad.
Evite Patinar
La neblina al igual que la lluvia moja el pavimento de las vías, formando una capa de agua en extremo deslizante, altamente resbaladiza, sobre la cual pierden la adherencia las mejores llantas. Cuando el piso de la calzada o vía está mojado, hay más probabilidades de patinar que cuando está seco.
Con llantas en buen estado, la pérdida de adherencia puede disminuir en un 50%. De ahí la importancia de andar siempre con buenas llantas. ¿Qué hacer? Frente a la posibilidad de patinar debe reducirse la velocidad, andar con buenas llantas, no importa la marca, lo importante es el estado de las mismas. En caso de patinazo debe virarse las llantas en el sentido o dirección del patinazo.
Independientemente del vehículo que conduzca, para una mayor seguridad en clima lluvioso o con neblina es necesario seguir las siguientes Recomendaciones:
1. Al poner en marcha el vehículo, debe encender, durante algunos minutos, el aire frío sobre el desempañador delantero y el desempañador trasero.
2. Mantener los faros libres de suciedad.
3. Verificar que los neumáticos estén en buenas condiciones y con la presión recomendada por el fabricante del vehículo (información encontrada en el marco de la puerta, tapa de la gasolina o manual de propietario).
4. Manejar a velocidad reducida y mantener una mayor distancia del vehículo que le antecede.
5. Antes de llegar a las intersecciones tocar el pedal del freno para estar seguros de su efectividad y tener suficiente espacio para reaccionar en caso de sentir deficiencias.
6. Verificar que las gomas de los limpiaparabrisas no estén gastadas o quebradizas por efectos del sol.
7. Recuerde que la distancia de frenado se duplica en el pavimento mojado.
8. Circule con las luces encendidas durante todo el día.
9. Donde haya peatones circule a velocidad reducida para evitar mojarlos. Respete a los demás.
10. La velocidad adecuada para entrar a una curva debe ser tal que no haya necesidad de pisar el freno durante todo el giro.